A los contradictores del ex-presidente Álvaro Uribe Vélez lo único que les digo es que miren el pasado reciente de Colombia. Retrocedan entre veinte y veinticinco años y díganme si durante esos tiempos Colombia era un país libre de violencia, narcotráfico, corrupción, politiquería, miseria y desempleo. ¿Bajo qué presidencia la cobertura educativa cubrió todo el territorio? ¿Cuándo antes el estado había hecho presencia en cada rincón de la república? ¿Cuál fue el ex - presidente que durante estos veinte, veinticinco años sacrificó un sábado de jugar golf, o de estar en el club, por sentarse durante diez o doce horas seguidas escuchando los problemas del pueblo colombiano? ¿Qué mandatario terminó su presidencia con índices de aprobación del setenta por ciento de la población?
Durante estos pasados ocho años no faltaron las críticas descomunales y difamatorias de resentidos columnistas. Y para colmo, muchos de estos contradictores, criticones y rencorosos escritores hicieron parte de gobiernos nefastos, como el de Samper y Pastrana. Con odio en sus palabras culparon día a día a Uribe de los infinitos problemas que Colombia ha cargado durante generaciones, como si hubiera sido el mismo ex-presidente el que los hubiera creado. Los anteriores gobiernos a Uribe ni combatieron a la guerrilla ni evitaron que se crearan y crecieran los grupos paramilitares. Uribe no solo dejo a la guerrilla prácticamente acabada sino que durante su gobierno se desmovilizaron miles de paramilitares.
Las FARC y el ELN todavía existen, como también existe una nueva generación de paramilitares, pero la verdad es que si no hubiera sido por un presidente con los pantalones puestos como Uribe, este país no seria diferente a lo que fue Kosovo, Rwanda, Liberia o Sierra Leona. Colombia en cambio hoy se parece más al cambio positivo que esta viviendo Irlanda.
A Uribe nunca le tembló la mano para atacar el narcotráfico y a los violentos. ¿A que capo le dio una mansión por cárcel? ¿Qué cartel de drogas financio sus campanas? ¿Qué pedazo de Colombia le regalo a la guerrilla?
Hoy en día Colombia es un ejemplo de progreso y superación a nivel mundial. ¿Cuando antes se habían visto turistas extranjeros y locales, no solo en Bogota, sino en pequeños pueblos antes dominados por la guerrilla y los paramilitares? ¿Cuándo antes se había visto tanta inversión privada? ¿Cuándo antes nuestro país nos había despertado tanta pasión y orgullo, a excepción de cuando jugaba la selección de los noventas?
Gracias Álvaro Uribe, no por devolverle la tranquilidad y esperanza al país, sino por dársela. En un país de violentos, salvajes y corruptos, Uribe fue capaz de mostrarnos que un buen gobierno si puede existir, y que cuando se trabaja con pasión, amor y esmero todo es posible. Gracias Uribe, gracias de parte de los Colombianos de bien, gracias de parte de los colombianos que no olvidamos el pasado, gracias de parte de los colombianos que vemos un futuro prometedor y gracias de parte de los colombianos que no somos ni rencorosos, ni narcotraficantes, ni guerrilleros.
Le llego el turno a Juan Manuel Santos, que en muchos casos representa la continuidad del Uribismo, pero que a su vez representa un aire fresco y renovador. La mejor de la suerte para usted Santos, y lo felicito desde ya por haber nombrado a un ministro de transporte que no es un inepto.
